Cada vez que me hacen esa pregunta me quedo como unos segundos paralizada, sin saber muy bien qué decir… En mi vida he tenido muchas aficiones e intereses, pero por encima de todo una pasión: aprender. Siempre me ha gustado probar, conocer, empaparme de otros mundos, desde los idiomas al claqué, desde la inversión en futuros hasta el diseño gráfico.
Esa inercia me ha llevado a estudiar muchas cosas a lo largo de los años. Curiosamente, de todas las vocaciones que tenía cuando me puse a elegir carrera (arquitectura, publicidad, psicología, historia del arte) acabé cogiendo la menos vocacional de todas: Empresariales. Reconozco que mi decisión fue 100% práctica (lo sé, lo sé, era joven y necesitaba el dinero ;-). La verdad es que había mucho paro por entonces, y ésta era una carrera «con salidas». Cogí la especialidad en marketing (la más psicológica de todas), la carrera acabó gustándome, me ha abierto muchas puertas y no me arrepiento en absoluto de aquella decisión, pero sé que si volviera a nacer me guiaría por mi vocación, porque al final el tiempo acaba demostrando que la cabra siempre tira al monte.
Así que tras una década (y pico) trabajando en marketing, mezclada por el medio con unos estudios de psicología por la UNED para quitarme la espinita (qué años aquellos siempre con los libros a cuestas estudiando en el metro de camino al trabajo), decidí dejar mi trabajo para formarme y dedicarme al diseño y el interiorismo, mi absoluta pasión (ya me pillaba mayor para la arquitectura, será en otra vida…)
Reconozco que esto a veces deja la sensación de saber un poco de mucho y un mucho de nada. Pero como el gusanillo del aprendizaje no te deja nunca (es como una droga que constantemente te dice «quiero más, quiero más»), pues héme aquí estudiando ahora eso que llaman Community Management (¿commu qué?…, me dicen), comenzando un blog en el que iré dejando todo lo que vaya aprendiendo por el camino.
¿Por qué? Porque creo en internet. Porque de todos los «inventos» que nos ha tocado vivir éste es sin duda el más revolucionario de todos, el que ha cambiado TODO (pero todo, todo) de arriba abajo y que no tiene vuelta atrás. Y porque creo que aunque las redes sociales empezaron siendo caldo de cultivo natural para las relaciones personales, se convertirán en breve en la vía predominante para la actividad comercial y empresarial.
Así que si ya me costaba decidirme por un respuesta definida al «qué soy» (¿economista? ¿psicóloga? ¿interiorista? ¿diseñadora? ¿emprendedora?), sólo me faltaba añadir una más: ¿community manager?